Imagen / Storytelling / Diseño Etiqueta / Ilustración / Packaging
En nuestro estudio de diseño Armoder, especializado en branding y packaging para el sector vitivinícola, desarrollamos la identidad visual de un proyecto de vino Blanc de Noirs elaborado al 100% con uvas Monastrell, fruto de una vendimia nocturna. Este vino, de Bodegas La Purisima, captura la elegancia y el dinamismo en su esencia, y nuestro diseño refleja estas características a través de una narrativa visual cuidadosamente elaborada. La imagen está inspirada en una bailarina clásica, cuya delicada danza bajo la luna de septiembre evoca las notas elegantes y el carácter técnico de este vino. La etiqueta refleja esta danza mediante detalles que capturan su movimiento y la luz dorada que ilumina la noche. En este proyecto, cada elemento de diseño, desde los colores hasta los acabados, fue pensado para transmitir la historia que envuelve este vino. La etiqueta, completamente diseñada sobre un fondo negro, simboliza la quietud de la noche, el escenario perfecto para que la bailarina despliegue su coreografía. Este fondo oscuro permite destacar la figura central de la bailarina, representada en blanco y negro, en una posición clásica simbolizando equilibrio, gracia y precisión. En el diseño, el círculo dorado que representa la luna adquiere un doble significado: además de iluminar la escena, sugiere visualmente el vestido de la bailarina. Este elemento tiene un acabado brillante que añade un toque premium al conjunto. Alrededor de la bailarina, diseñamos una composición de puntos de diferentes tamaños, dispuestos estratégicamente para representar la estela de movimiento que deja en el aire su danza. Estos puntos, en relieve, aportan dinamismo al diseño y crean una experiencia táctil que enriquece la interacción con la botella. La etiqueta está concebida como una pieza envolvente con bordes «rotos» en la parte superior e inferior, lo que refuerza la idea de un trabajo cuidado. Toda la imagen de la etiqueta es una ilustración creada en nuestro estudio, donde cada elemento –la bailarina, la luna dorada y los puntos que simbolizan el movimiento– fue diseñado para reflejar la esencia del vino. Esta textura, combinada con el relieve del nombre del vino y los detalles de la ilustración, invita a los consumidores a interactuar con el diseño. Tal como se describe en la nota de cata, este vino despliega una combinación de aromas tropicales, como piña y mango, con un fondo cítrico de pomelo que evoca frescura y carácter. Estas notas se traducen visualmente en los detalles dorados y los puntos en movimiento, mientras que su acidez y untuosidad encuentran su reflejo en el equilibrio de los elementos de diseño. La fermentación precisa, realizada a menos de 16 °C, y los diversos battonages que aportan elegancia y singularidad al vino encuentran su paralelismo en el balance visual entre los tonos oscuros, los brillos dorados y los relieves táctiles. En cada copa, una coreografía única de Nocturne Blanc de Noirs.